Texto instructivo
Los textos instructivos tienen como propósito dirigir las acciones del lector. Generalmente se aplican para resolver problemas de la vida cotidiana, tanto en la escuela como fuera de ella: cómo utilizar un televisor, cómo cocinar algún alimento, cómo instalar una computadora, cómo pintar un cuarto, etc. El uso mismo de los medios tecnológicos nos exige seguir instrucciones y nos obliga en ciertos casos al manejo de este tipo de textos de instrucción.
El texto instructivo suele describir la lista de elementos necesarios para realizar la tarea correspondiente y, por supuesto los pasos a seguir en el procedimiento. Un ejemplo muy común son las recetas de cocina, cómo usar un determinado producto (una lámpara, por ejemplo), las guías de tejido de vestimenta con determinadas técnicas, los manuales de construcción de muebles por piezas.
Sus características son:
- Formato especial
- Desarrollo de procedimientos compuestos por pasos que deben cumplirse para conseguir un resultado. En algunos casos la secuencia de pasos es fija y en otros hay varias secuencias alternativas (como en los procesadores de texto)
- Se utiliza el infinitivo, el modo imperativo o las formas impersonales.
- Se utilizan marcas gráficas como números, asteriscos o guiones para diferenciar o secuenciar la serie de pasos
- Acompañamiento de imágenes para reforzar o clarificar los pasos a seguir
Algunos ejemplos de textos instructivos:
Instructivo para el cuidado de trajes del lana pura
La limpieza debe de realizarse en seco, para lo cual es necesario llevarlo con un profesional.
En caso de que quieras arreglarla tú mismo lo que debes hacer es lo siguiente:
- Lavar la ropa con jabón suave, de preferencia líquido y agua fría.
- Enfocarse en limpiar las manchas con suavidad y no usar cepillos, pues puede perder la pelusa característica.
- Secar a la sombra en un gancho que no deforme los hombros, en el caso de pantalones o faldas es conveniente ponerlos en ganchos especiales que permitan un contacto adecuado y/o contengan pinzas.
- Planchado con plancha tibia, con resistidor húmedo y después de haber dejado la ropa en el refrigerador envuelta sin que le entre humedad por tres días.
- No hay que permitir que se estire o deforme la ropa y al colgarla hay que hacerlo en ganchos adecuados de madera que no deformen la forma de la prenda.
- Hay que cubrir la prenda con una bolsa plástica especialmente hecha con cierre lateral o inferior para que la polilla no la carcoma, además es recomendable cubrir la parte superior del gancho con un pañuelo con orificio en la parte superior para que la polilla no llegue a entrar por el colguije del gancho.
- La bolsa para traje debe de ser en lo posible negra para que los colores no se vean comprometidos.
- Es recomendable mandar el traje a la tintorería sólo cuando haya manchas graves o después de tres o cuatro puestas.
😉😊
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